Históricamente cada país tiene sus problemas
coyunturales. El efecto domino de Latinoamérica es casi ineludible,
pero cada nuevo gobierno apuesta a solucionar eso con lo que, el anterior
no pudo. Y así fueron transcurriendo los casi 200 años
de Argentina como Nación.
Pero no me quiero detener en las políticas de gobierno que hacen
a la línea histórica del país. Ni radicales conservadores,
ni peronistas populares, ni de derecha, ni de centro, ni de izquierda.
Desarrollismo, nacionalismo, privatización, estado benefactor,
y muchos periodos más transitaron acompañando y aportando
al crecimiento del territorio argentino desde su independencia el 9
de julio de 1816.
Sin embargo, es moneda corriente debatir sobre cual es el modelo a
seguir, ya sea político, social o económico. Mas allá
que en el camino hayan quedado hechos que fueron noticia durante mucho
tiempo, y después todos olvidaron.
Serían innumerables los casos NI que se pueden recordar. Pero
vamos a citar los más recientes, aquellos en los que todavía
me pregunto que paso con los mismos.
No podemos dejar de mencionar los muertos de la Amia, cientos de personas
inocentes fallecidas en un atentado que todavía increíble
y dolorosamente sigue impune, o nuestros caídos en Malvinas,
jóvenes que por honor a su bandera, fueron llevados engañosamente
a una guerra con interesas bien alejados al de defender nuestra patría.
María Soledad, Catamarca, Cabezas, nunca se pudo establecer
con certeza que paso con el fotógrafo, se lo vinculo a Yabran,
Duhalde, El comisario Ríos, en fin, meses tratando esclarecer
un crimen que quedo en la nada, y con una familia sin padre. El balance
NI.
Blumberg, caso Carrasco, Sebastian el niño desaparecido en Corrientes,
Ramallo, hoy los Pomar son todas muestras de explosiones mediáticas,
que quedaron en el camino, de los que se hablo mucho y ya nadie habla,
no por que se haya hecho justicia, sino porque apareció un nuevo
hecho o conflicto con más notoriedad, y ahí toda la atención
se volcaba en la novedad.
Pero no solo hablamos de casos impunes, que pasó con esos sectores
que llenaban las horas de los noticieros, las tapas de los diarios y
captaban la atención de todos y luego de un tiempo, NI.
Donde quedaron las cacerolas de la clase media que reclamaban por sus
depósitos que habían quedado en el famoso corralito. Colmaban
las plazas con discursos tales como “Que se vayan todos”
pero ahora no sabemos donde están ellos, ni sus cacerolas guardadas
en el último cajón esperando salir solo cuando les vuelvan
a tocar el bolsillo, y no hoy, por ejemplo para manifestar porque cada
vez hay mas pobres, con un porcentaje de indigencia lastimoso, o por
nuestros hermanos aborígenes del impenetrable de chaco.
Donde estaban los productores del campo en el 2001, sin quitarle la
importancia que tiene el reclamo del mismo, ya que necesitamos un movimiento
productivo fuerte en un país netamente agropecuario, pero en
las manifestaciones de la cacerolas no se los vio cortando rutas.
Ahora bien, acompañando todas estas circunstancias, estaban
las movilizaciones sociales, organismos de derechos humanos, militantes
de vocación, siempre en las calles peleando por un país
mejor, sabiendo que no iban a salvar el mundo, pero con su aporte algo
podían lograr a pesar de ser por lo general sujetos de críticas
constantes, tildados de vagos, violentos, de zurdos, pero le guste a
quien le guste son inquebrantables.
Por eso a poco tiempo de llegar al bicentenario de la argentina del
NI, también rindamos homenaje a quienes rasgaron sus vestiduras
por la independencia, a quienes dejaron la vida por sus ideales y a
quienes siguen apostando por el crecimiento de un país mas justo
pese a las eternas criticas, y no solo gastemos tiempo ni dinero en
actos protocolares galardonando a quienes aportaron nada mas que impunidad
en la construcción de nuestra Nación.
Mariana Torres
graficalt@hotmail.com |