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08/05/2012

 

A nuestros héroes del A.R.A Gral Belgrano  

El día 2 de mayo nos reunimos para rendir homenaje y rezar por nuestros héroes, los mártires del Crucero General Belgrano, que ofrendaron su vida defendiendo la soberanía, el honor y la dignidad de nuestra patria...

Nuestros héroes murieron por una causa justa y noble. Para ellos en el cielo hay un eterno gozo, una gloria especial, porque no hay amor más grande de aquel que da la vida por Dios, la patria y los hermanos.

Ya han pasado 30 años de aquella gloriosa gesta, donde se despertó el espíritu patriótico de todo un pueblo. Fueron momentos de gloria, de inmolación, de generosidad y de lágrimas, momentos de sangre y de dolor. Pero sobre todo, de un profundo e inmenso Amor.
Dice el poeta:

"la sangre de los hermanos que amamos y ya no están,
de nuestros muertos queridos que nunca nos dejaran,
los que dieron la vida porque amaron de verdad,
los que eligieron morirse por no saber traicionar,
los que encontraron la muerte buscando la libertad
los que dejaron sus huesos en Malvinas y Soledad,
como raíz enterrada que algún día ha de brotar."

Así como nuestro Patriarca, el General San Martin y el maestro de la humildad el General Belgrano, construyeron los cimientos de nuestra patria y, posteriormente sus sucesores continuaron la obra, también de ese temple, de ese cuño son Frola, Pucheta, Laciar, Godoy, Freite, Funes, Este puñado de héroes puntanos son parte de esa continuidad histórica, que fueron elegidos por Dios para tan magnánima gesta. A través de nuestra historia, muchos otros también morirán, cruenta e incruentamente, consumidos de todas formas, “del polvo venimos y hacia el polvo vamos". Esta misión requiere calma, constancia, sacrificio, amor y paciencia sin medida, a pesar de nuestros cansancios, desánimos, soledades. Por lo tanto, no se justifica la desesperación, el pesimismo, ni la pasividad. Todos estamos llamados a cumplir con nuestra misión y afrontar el desafío de Malvinizar.

Esta misión es nuestra herencia y nuestro destino, y debemos creerla útil, creerla santa, creerla proveniente desde lo Alto, así el martirio de esos hombres no será en vano, y de ese modo poder transformar en triunfo la derrota.

Cuando comprendemos el sentido de la vida, también comprendemos el sentido de la muerte. ¡Tenemos que beber el cáliz del servicio! Que la entrega y el servicio se hagan bálsamo y esperanza. "Servir y amar hasta que duela” decía la Madre Teresa. No pasar de largo en la vida. Hay que plantarse ante la mentira y la injusticia.

Hoy vemos como se quebranta la vida pacífica de nuestras familias, de cómo desde las más altas esferas del poder se bombardea a nuestro pueblo con toda clase de violencia. Este pueblo desgarrado día a día con el odio y la discordia, con el desprecio al orden, la libertad sin límites, que se transforma en caos social e institucional, vemos como sufren nuestros jóvenes toda clase de agresiones, física, visual, intelectual y espiritual.

Esta tierra devastada por la droga, con la complicidad del Ministerio de Seguridad del Interior (Garre-Federman) al retirar 6.000 gendarmes de la frontera norte sin reemplazo, y ubicarlos en el conurbano bonaerense, por lo cual permite la entrada de camiones y camiones llenos de droga, esta droga que está destruyendo a todo un pueblo. Ellos necesitan un pueblo pesimista y agobiado para obtener beneficios de su dolor.

Aceptemos el cáliz doloroso y saquemos nuestra mejor reserva como pueblo. El esfuerzo es individual y comunitario, que cada estudiante, trabajador, maestro, campesino, productor se haga cargo en el lugar en donde vive, a nosotros nos toca San Luis. Este trabajo es simple, y muchos descreídos pensarán que es en vano, que no es importante, pero ¡sí lo es! a los ojos de Dios. Hay que ponerse la Patria al hombro, para devolver a la Argentina su grandeza y a nuestro pueblo su felicidad y así realizar la Argentina que soñamos, por la cual vivimos, luchamos y sufrimos.

Pedimos para aquellos que cayeron por la Patria, que el Señor les de la paz y a nosotros la fuerza necesaria para continuar la lucha. Invoquemos la protección de la Santísima Virgen María sobre nuestra Patria y nuestro pueblo, sobre nuestras causas y nuestros actos. Que nuestros héroes sean siempre ejemplo y guía para todas nuestras metas. Para que en la Argentina vuelva a campear la verdad y no la mentira, el amor y no el odio, la libertad y no la esclavitud, para tener una vida plenamente Cristiana para todos los argentinos.

Así sea

Victor Eduardo Vital
V.G.M. B.I.M °5

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