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31/08/2011

 

Las tres grandes regiones del territorio continental argentino  

Parece una obviedad, tan elemental como la ley de la gravedad, pero tal como dijo Antoine de Saint Exupery, lo esencial suele ser invisible a los ojos...

Por Carlos Andrés Ortiz

Así de obvio es entender que el desarrollo industrial y tecnológico se encuentra profundamente vinculado con el concepto más amplio de desarrollo socio económico. De alguna forma puede decirse que el desarrollo industrial y tecnológico es requisito necesario para favorecer y a la vez sustentar el desarrollo integral, social y económico, en una fuerte sinergia entre ambos sectores de actividades: el industrial – tecnológico y el socio – económico.

Ese estadio del desarrollo, que incluye a las ramas más complejas, más dinámicas y con mayores efectos multiplicadores de la economía, es sin duda desde el advenimiento de la Primera Revolución Industrial, la etapa más elevada de la economía, y como tal tiene muy fuertes e innegables incidencias en todo el amplio campo social. Para los Estados –o grandes federaciones (o uniones supra nacionales) de Estados de dimensiones continentales-, alcanzar el grado de desarrollo industrial y tecnológico de primer nivel, constituye el escalón superior sin el cual la evolución queda inconclusa, y con ello limitadas las posibilidades de desarrollo autosustentable.

Esa misma conclusión es aplicable a regiones o provincias de un Estado, las que de no acceder a la verdadera revolución económica y tecnológica que constituye el salto de una economía primaria a otra de alto grado de desarrollo, también es una prioridad insoslayable.

La implementación de ese principio básico de evolución, según el cual estancarse significa de hecho retroceder, sigue siendo plenamente vigente en Argentina, pues en nuestro enorme territorio continental coexisten tres megas regiones con marcadas diferencias:

- La Región Central, que concentra –no por casualidad, sino por relaciones de causalidad- una economía más pujante, mucho más desarrollada, con las mayores concentraciones industriales de alta tecnología, la mayor disponibilidad de infraestructura socio – económica, las Universidades Nacionales más antiguas y prestigiosas, el mayor número de entes e institutos tecnológicos, el mayor número y densidad de habitantes, más fuentes de trabajo genuinas y los mejores niveles de ingresos. Todo ello equivale a mejores perspectivas de desarrollo personal para sus habitantes.

- La Región Norte (también llamada Norte Grande), formada por el NEA y el NOA, es la mega región más pobre del país. El subdesarrollo tiene características estructurales, o sea crónicas. Las economías de esas nueve provincias y media (incluye el norte de Santa Fe), son básicamente Primarias (agropecuarias, y en el NOA cierto impulso reciente de la minería), teniendo también muy fuerte incidencia el sector Servicios. En todos ellos los Estados provinciales respectivos, así como los municipales, son fuertes proveedores de empleos, ante la relativa poca incidencia de la actividad privada, y la baja demanda de mano de obra de los sectores económicos de baja tecnología, como algunos del rubro agropecuario y de servicios. Tiene cierta relevancia la desocupación disfrazada, bajo la forma de quinieleros, chiperos, vendedores callejeros varios y otros. Los niveles salariales promedios son los menores del país, y los índices de desocupación son por regla general altos respecto a la media nacional. Otros indicadores sociales también son desfavorables en comparación con valores promedios argentinos. Las diferencias de ingresos y otros indicadores, son por regla general abismales respecto a Capital Federal, el distrito más rico del país. Es la mega región expulsora de población por excelencia, lo cual es un pésimo indicador. Algunas de sus provincias adolecen de estructuras socio económicas con fuertes tintes feudales, claramente retardatarios y anacrónicos.

- La Región Sur o Patagónica, es por lejos la más despoblada de las tres megas regiones continentales, si bien es la que más fuerte crecimiento demográfico porcentual registra. Además de las actividades primarias, como los frutales del Comahue, y la cría de ovinos en la “Patagonia Profunda” (en las zonas mesetarias australes y otras), el turismo es una fuente importante de recursos. Pero es en las actividades petrolero – gasíferas, y en la minería, donde se registra fuerte demanda laboral con sueldos y honorarios muy altos, muy por encima de los valores medios nacionales. En Tierra Del Fuego, mediante activas políticas estatales, resurgió y creció la actividad industrial, con gran énfasis en electrónica y otras con fuerte incidencia tecnológica, lo cual favoreció las radicaciones de más pobladores, y la elevación de los ingresos medios.

Al respecto, los grandes desafíos son profundizar el desarrollo socio económico nacional, que de persistir las altas tasas de crecimiento del PBI y las notables mejoras cualitativas efectivamente en curso de creación y consolidación, en el históricamente breve lapso de un par de décadas nos posicionará dentro de las naciones desarrolladas.

Esos desafíos también consisten, con un amplio sentido federal y de reparación histórica, en lograr una razonable equiparación en la evolución y consecuente desarrollo de cada una de las tres grandes regiones del que podríamos llamar “el Subcontinente Argentino”, el cual es a la vez imprescindible factor de soldadura y nexo de unión de la Patria Grande de Sudamérica, cuya concreción y consolidación es sin duda un objetivo excluyentemente prioritario dentro de la Geopolítica Sudamericana.

En el marco de los grandes bloques de dimensiones continentales –China, India, EEUU, la UE y algún otro- que ya se visualización nítidamente en el tablero geopolítico continental, nuestra propia Federación Plurinacional de Sudamérica, es para nosotros una necesidad perentoria e impostergable, pues de lo contrario corremos el serio y muy certero riesgo de volver a ser irrelevantes cotos de saqueo indiscriminado por parte de las grandes potencias continentales que se consoliden en este siglo, y de determinadas grandes corporaciones que siguen buscando la globalización a ultranza; la cual persigue la abusiva concentración del poder y de la riqueza del mundo, aún a costa de la total pérdida de la dignidad e incluso de la vida, de las grandes mayorías de la población mundial.

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

Investigador de temas económicos y geopolíticos

Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM

Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM

Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA

Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario

Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé

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