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| Fuente: Los Principios On Line | 10/07/07 |
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| Por el frío, comienza una semana crítica para la demanda de energía | ||
| Se suma a las bajas
temperaturas la falta de agua en las represas hidroeléctricas.
Los días clave serán de martes a jueves, aseguran los técnicos.
Ayer el consumo de electricidad fue más alto que lo esperado.
"Esta es la semana crítica, la peor que tendrá que enfrentar el Gobierno este invierno", pronosticaba anoche un alto ejecutivo de una empresa de energía. La razón es la que se viene hablando desde hace días: la combinación de una ola de frío polar que ya está golpeando en Buenos Aires con una sequía persistente en el Comahue que en días sacará de la oferta a una o más hidroeléctricas. Ayer fue la prueba de lo que espera. Cuando el frío recién comienza (ver El pronóstico...), la demanda eléctrica jugó en valores altos. Concretamente, con las industrias cortadas y siendo un día feriado, la demanda seguía en los mismos valores que el viernes. "Estamos 1.000 MW por arriba del consumo del sábado pasado", resumía al atardecer un técnico. En lo que hace al gas, ayer la situación era calma, aunque seguían las restricciones a las industrias en los mismos valores que durante la semana: entre 35 y 100 por ciento de corte, según de qué distribuidora se tratase. "Pero siendo un fin de semana largo, la demanda está más distribuida", explicaron en una gasífera. En otras palabras, hay una parte de la población porteña en la Costa u otros destinos turísticos, y la presión es menor. "El problema será a partir del martes", agregan. La ola de frío se intensificará el lunes. Pero es día feriado, y entonces el nivel de actividad será menor. El martes se sumará el regreso del fin de semana largo a un frío fuerte y persistente. "Ahí la demanda va a estallar", pronostican las eléctricas. En esa línea, también se espera una fuerte presión para el miércoles. "El sistema estará que arde", definen en el sector. Es que la generación mostrará ahí sus mayores limitaciones. Las usinas térmicas no tienen disponibilidad de gas para funcionar. "Se cumple al pie de la letra la instrucción de Guillermo Moreno, todo el gas es para las casas de familia, y para las generadoras, nada", señalan los empresarios. Esto hace que las máquinas usen combustible líquido y entonces rindan 20% menos. Pero, por otro lado, no hay disponibilidad de gas oil y fuel oil suficiente para que operen las usinas. En definitiva, la producción de energía funciona así a alrededor de la mitad de su potencial. "Pero para el Gobierno el día clave es el 12, ahí se encienden todas las luces rojas", agregan los ejecutivos del sector. Es que el 12 es el plazo para que las autoridades de la Cuenca del Comahue definan si las centrales Piedra del Aguila y Pichi Picún Leufú pueden seguir generando o no, dado que el nivel de sus embalses, por la prolongada sequía, está muy bajo. Sumadas representan unos 1.200 MW de energía, cuando el pico más alto en un día de frío extremo supera apenas los 18.500. La apuesta del Gobierno es reemplazar la salida de esas represas con
el ingreso de mayor cantidad de electricidad desde Brasil. Desde ese
país se venía importando unos 450 MW, y por un acuerdo
entre los presidentes Néstor Kirchner y Lula Da Silva se subió
ya a 700 MW. Ahora se pretende alcanzar a 1.100. Pero la línea
de Garabí, por donde ingresa la energía brasileña,
tiene un tope de 800 MW, luego del cual empieza a ser poco estable.
En estos días se estuvo analizando entonces que la energía
brasileña se despache a Uruguay y que entre luego por la interconexión
de Salto Grande, atendiendo a que esta central también genera
menos por falta de agua. |
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