Mapa del sitio

20/02/2009

Es preocupante el estado del monumento a los excombatientes de Malvinas. La responsabilidad es compartida entre el Municipio, por la falta de mantenimiento y la población del lugar...

En el agua turbia flotan bolsas, papeles y botellas que afean el predio. La responsabilidad es compartida entre el Municipio, por la falta de mantenimiento periódico y la población que no cuida el patrimonio de la ciudad.

Como consecuencia de la falta de mantenimiento y el cuidado de la ciudadanía, preocupa el mal estado que presenta en la actualidad el monumento a los veteranos y caídos en la Guerra de Malvinas.

En un estado casi de abandono, el aspecto que presenta este espacio genera preocupación y malestar no sólo en los veteranos que se sienten olvidados, sino también en muchos pergaminenses que visitan este lugar de la ciudad y los vecinos de la zona, que diariamente observan el descuido y la falta de respeto y valoración de un patrimonio que recuerda, nada más y nada menos, que a los héroes que perdieron y arriesgaron su vida durante el conflicto bélico.
Este espacio ubicado en la intersección de Tucumán y bulevar Vélez Sársfield, tiene el terreno cubierto de malezas. Sin embargo muchas personas arrojan bolsas, paquetes de galletitas, botellas, entre otras cosas no sólo en el predio, sino también en el pequeño espejo de agua del monumento.

El reluciente aspecto que tenía en la inauguración del 2 de abril del año pasado duró poco, el agua se oscureció, se llenó de verdín y basura debido al mantenimiento poco frecuente. Incluso actualmente se puede observar el césped un tanto crecido, algo que afea la imagen del monumento.

La realidad indica que para que se haya llegado a esta situación, la responsabilidad es compartida. Una gran parte de ella recae en la ciudadanía ya que muchos pergaminenses no le dan la importancia que representa y sin escrúpulos rompen parte de la estructura y arrojan residuos en el terreno e incluso en el agua. La otra parte de la responsabilidad la tiene la Comuna, por la evidente carencia de un mantenimiento efectivo y periódico de este patrimonio municipal.
Durante la inauguración los responsables de la obra indicaron que el espacio para la memoria tiene múltiples miradas y que el propósito de quienes diseñaron el monumento, fue que al observar desde arriba la obra, representara una Bandera argentina conformada por el fondo celeste de la pileta y las tres bases de hormigón, como símbolo de las tres fuerzas que participaron en la guerra. Sin embargo, el fin con el que fue construido parece no cumplir su función ya que en el agua turbia, de color oscura, flotan bolsas, papeles y botellas que causan una sensación de olvido y descuido.
Lo que genera mayor malestar en los excombatientes es la falta de valoración del patrimonio debido al deterioro de la estructura por parte de autores desconocidos, algo que les genera mucha indignación.

En tal sentido otro daño que sufrió este espacio, es sin duda la rotura de las islas simbólicas ubicadas en medio de la pileta, hecho que ocurrió a pocas semanas de su inauguración. Ese pequeño pero gran detalle es la esencia de la obra ya que representaba el archipiélago en medio del Atlántico Sur.