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Después de la primera invasión inglesa en 1806, se hizo evidente la necesidad de contar con una fuerza militar organizada. Por ello, una vez expulsado el invasor inglés del Río de la Plata, se comenzaron a formar fuerzas propias para defender el Virreinato: Patricios, Arribeños, Húsares, Pardos y Morenos, entre otros, fundaron las bases del Ejército Argentino.
En la gloriosa semana de mayo 1810, fueron las tropas criollas las que dieron la puntada final a la Revolución, cuando los coroneles Saavedra y Belgrano desconocieron la autoridad del virrey Cisneros. Y por ello tan sólo 4 días después, la Primera Junta de Gobierno emitió una proclama que rezaba: “…¡Cuerpos Militares de Buenos Aires! La energía con que habéis dado una autoridad firme a vuestra Patria, no honra menos vuestras armas, que la madurez de vuestros pagos distingue vuestra generosidad y patriotismo… Conservad siempre unida la oliva de los sabios al laurel de los guerreros y esperad de la Junta un celo para vuestro bien, igual al que habéis manifestado para formarla”. Esta proclama reorganizaba los cuerpos militares, entendiéndose con ello como el germen fundador del Ejército Argentino.
A partir de ese momento, nuestros soldados no segaron en su lucha hasta que la Patria fuera libre. Los militares argentinos en las expediciones auxiliares a la Banda Oriental, al Paraguay, al Alto Perú y el fantástico Plan Continental del general San Martín, por el cual cruzó la Cordillera de los Andes y le dio la libertad a Chile y Perú, sembraron con su sangre la semilla de la emancipación de medio continente.
No fue hasta la sanción de la Constitución Nacional, que el Ejército fue reestructurado.
Durante la presidencia de Sarmiento, se fundó el Colegio Militar de la Nación, y en la de Roca, se aprobó la ley del Servicio Militar Obligatorio. Fue entonces cuando nuestra Fuerza adquirió realmente una estructura moderna y acorde a la época.
En 1982, el Ejército Argentino combatió con valor durante la Guerra de Malvinas y una vez más nuestro soldados -oficiales, suboficiales y conscriptos- demostraron durante 74 días el ejemplo de sacrificio y entrega con que se distingue al soldado argentino.
Durante la declaración de emergencia sanitaria por el Coronavirus, el Ejército Argentino abastece a los barrios populares de todo el país en especial a Buenos Aires con alimentos y bolsos de comida. Realiza una tarea social y humanitaria que ninguna ONG es capaz de realizar.
El ejército argentino nació con la Patria, y le sirve en todo momento, no solo empuñando las armas en defensa de la soberanía, sino además colaborando y ayudando a la ciudadanía ante cualquier situación de emergencia como la que vivimos los argentinos hoy día.