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Hace exactos 180 años, los argentinos, que «no son meras empanadas que se comen con solo abrir la boca», propinaban una lección a las potencias europeas de la época. No olvidemos la gesta de Obligado, no olvidemos el rumbo que históricamente los patriotas le han dado a estas tierras del sur del globo.
No olvidemos tampoco que siempre, junto al enemigo extranjero, hay un puñado de traidores dispuestos a colaborar, clavando un puñal en la espada a quienes, con buena fe, defienden nuestras costumbres, historia y tradiciones.
Como en 1845 y 1982… ¡que vivan los héroes defensores de la Patria!
Proclama a los Patriotas
«Milicias del Departamento del Norte ! Valientes soldados federales, defensores denodados de la Independencia de la República y de América !
Los insignificantes restos de los salvajes traidores unitarios que han podido salvarse de la persecución de los victoriosos ejércitos de las Confederación y orientales libres, en las memorables batallas de Arroyo Grande, India Muerta y otras, que pudieron asilarse de las murallas de la desgraciada ciudad de Montevideo, vienen hoy sostenidos por los codiciosos marinos de Francia e Inglaterra, navegando las aguas del gran Paraná, sobre cuyas costas estamos para privar su navegación bajo otra bandera que no sea la nacional… Vedlos, camaradas, allí los tenéis…! Considerad el tamaño insulto que vienen haciendo a la soberanía de nuestra Patria, al navegar las aguas de un rio que corre por el territorio de nuestra República, sin más título que la fuerza con que se creen poderosos ! Pero se engañan esos miserables. Aquí no lo serán ! … No es verdad, camaradas ? Vamos a probarlo!…
Ya no hay paz Suena ya el cañón ! Ya no hay paz con la Francia ni con la Inglaterra !
Mueran los enemigos !!… Trémole en el río Paraná y en sus costas el pabellón azul y blanco y vamos a morir todos antes que verlo bajar de donde flamea !!
Ejemplo heroico Sea ésta vuestra resolución, a ejemplo del heroico y gran porteño, nuestro querido brigadier don Juan Manuel de Rosas y para llevarla contad con ver en donde sea mayor el peligro a vuestro jefe y compatriota el general»
(Lucio Mansilla)
Reflexión
Por Daniel Villena VGM
El 20 de noviembre de 1845, en la batalla de Vuelta de Obligado, algo más de un millar de argentinos con profundo amor por su patria enfrentó a la armada más poderosa del mundo, en una gesta histórica que permitió consolidar definitivamente nuestra soberanía nacional.
A pedido del historiador José María Rosa y por medio de la Ley Nº 20.770, se ha instaurado el 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional, en conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado. Por las condiciones en que se dio esa batalla, por la valentía de los argentinos que participaron en ella y por sus consecuencias, es reconocida como modelo y ejemplo de sacrificio en pos de nuestra soberanía.
Ocurrió en 1845, en un contexto político interno muy complejo y con profundas divisiones, que propiciaron un nuevo intento de dos potencias europeas (Francia e Inglaterra) por colonizar algunas regiones de nuestro país.
Gobernaba Rosas, San Martín lo apoyaba desde su exilio y en todo el país se oyó el deseo de seguir siendo una nación libre y no una colonia extranjera, aún a costa del enorme sacrificio que ello significaría. Si hasta el autor del Himno Nacional, Vicente López y Planes, arengaba a nuestro pueblo ante el avance de las fuerzas anglo-francesas por el Río de la Plata.
