|
|||
publicite aqui: |
publicite aqui: |
|
|
Fuente: PyD | 29/09 |
|
|
Defensa Nacional ¿sin nuevas amenazas? | |||
No incluir al instrumento militar en la Defensa Nacional integral puede ser interpretado como favorecer el accionar del enemigo amenazante en su claro objetivo de quebrar la resistencia interna de la sociedad en tanto sufrimos una agresión real que nos destruye a diario. Por José Bilbao Richter *
Décadas atrás nuestra Argentina contó con una importante flota naval a nivel mundial, con un Ejército situado entre los dos lugares de mayor poder a nivel regional y que incluso pudo desarrollar una doctrina contrarrevolucionaria que aplicó con éxito contra el enemigo internacional que le había declarado la guerra al Estado Nacional y que fue copiada y empleada por los EUA; también sabemos que contó con una Fuerza Aérea cuyo prestigio y capacidad operativa fue reconocida hasta por los Ingleses en Malvinas, esas FFAA hoy son percibidas por muchos observadores como agonizantes y próximas al colapso final en tanto no sólo su material se encuentra obsoleto, sus valores morales comprometidos y su doctrina de empleo encausada en el precario ámbito de pensamiento militar de la década del 40.
En una nota publicada en La Nación el 18 sep 06 bajo el título de “Las nuevas amenazas y la defensa nacional”, la Ministra de Defensa de la Nación Nilda Garré, afirma que “la respuesta del Estado a una amenaza que afecte la seguridad, debe estar determinada por las características de esa amenaza pero que su prevención y conjuración debe desarrollarse en la orbita policial y de inteligencia”. Este concepto preocupa a muchos especialistas militares en tanto observan que el orden jurídico vigente constitucional, legal y reglamentario, ha establecido conceptos inhabilitantes y prohibiciones de los sistemas de defensa nacional y de seguridad interior en torno a lo que se designa como “nuevas amenazas”, separando cándida e inexplicablemente la seguridad interior y la defensa nacional, por lo que se preguntan: ¿Cómo concebir una Defensa Nacional privando a las FFAA de su participación en la defensa integral de la Nación?. Impedir el estudio, la elaboración de doctrina y la organización de sistemas de empleo para prevenir el accionar de nuevas amenazas en el contexto cambiante de la naturaleza de la guerra es vulnerar severamente la obligatoriedad de las autoridades de extremar las medidas para proporcionar seguridad a la sociedad y a sus instituciones. La sociedad observa a diario con gran preocupación e impotencia el creciente despliegue de enemigos amenazantes dentro del país que llevan a cabo una agresión violenta que incluso está impactando nuestro sistema social. El terrorismo, la criminalidad organizada y en especial el narcotráfico han superado todo tipo de fronteras y controles, no poseen uniforme ni ostentan grado, su despliegue organizacional resulta casi invisible o incomprobable y sin embargo han actuado con violencia y están destrozando nuestras familias y la estructura de nuestras instituciones en bombardeos virtuales con numerosas víctimas reales en tiempo y espacio en tanto hay muy pocas familias que aun no hayan sido dañadas por el impacto de la droga. Nuestra Nación está sufriendo una clara agresión de origen externo y de naturaleza de dominio marcadamente militar y sin embargo las FFAA son mantenidas al margen, privadas de su empleo de acuerdo al Art. 2 de la Ley 23554, simplemente porque un artículo, el número 4, dice que se debería diferenciar la Defensa Nacional de la Seguridad Interior. La respuesta del gobierno a la agresión que la sociedad sufre por efectos del narcotráfico es: “tratará de reducir u obstaculizar la demanda de la droga” (sic), lo que en el mejor de los casos puede ser interpretado como una despreocupada actitud voluntarista.
No incluir al instrumento militar en la Defensa Nacional integral puede ser interpretado como favorecer el accionar del enemigo amenazante en su claro objetivo de quebrar la resistencia interna de la sociedad en tanto sufrimos una agresión real que nos destruye a diario. Pensar que las FFAA sólo deben ser empleadas en agresiones externas llevadas a cabo por similares procedentes de otro Estado, es ignorar la cambiante naturaleza de la guerra. Creer que no hay hipótesis de conflicto es absolutamente ridículo en tanto surgen por importantes intereses entre Estados y todo indica que estamos generando mucha irritación en la región; con Chile por el gas, por la no delimitación de los hielos continentales, por el problema Antártico; con Uruguay una grave tensión por el medio ambiente; con Bolivia por la inseguridad de la provisión de gas; en la región por una alineación ideológica radicalizada contra EUA. Cambiar el Art. 4 referido no es violar la Ley sino fortalecerla mediante su actualización y corrección oportuna de conceptualizaciones obsoletas. No hacerlo ahora impondrá el tener que hacerlo cuando la situación social sea desesperante y las autoridades se vean obligadas a reconocer su error, pero ese momento podrá ser demasiado tarde porque el instrumento militar, privado de doctrina, organización, práctica de empleo y de órganos de inteligencia integrados, no podrá ya enfrentar al enemigo con posibilidades de éxito. Las llamadas “nuevas amenazas” están vulnerando nuestra libertad, nuestra forma de vida, destruyendo nuestro patrimonio cultural, social y económico y privando a los ciudadanos de nuestros derechos y garantías constitucionales, por lo que no pueden ser consideradas ajenas a la Defensa Nacional. Quienes se aprecien de ser políticos de verdad deben recordar la afirmación milenaria de que los ciudadanos no estamos para servir la Ley sino que la Ley está para servir a la sociedad.
* Es Licenciado en Sociología (UBA) |
|||
Si quiere dejar su opinión puede enviar un
e-mail a: COPYRIGHT (c) 2006 ELMALVINENSE. Todos
los derechos reservados. Capital Federal-Buenos Aires-Argentina. |
web diseñada para una resolución óptima de 800x600