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Sudamérica se está armando. A Chile y Venezuela, se agrega Brasil, que quiere convertirse en la potencia militar de Sudamérica. Mientras tanto, Argentina se desarma cada día más...

El mandatario brasileño Lula da Silva lanzó una nueva estrategia de seguridad y defensa nacional que se propone aumentar en 50% el gasto en el sector y convertir a Brasil en una potencia militar del siglo XX.

Según el diario 'Folha de Sao Paulo', el gobierno impulsa el programa preocupado por los gastos de defensa realizados en los últimos años por Venezuela. "Con Chávez armado hasta los dientes, Brasil corre atrás" y va a invertir "no sólo en el rearme sino en la industria bélica y en la exportación hacia América latina".

En una ceremonia realizada en el Palacio de Planalto, sede del gobierno, Lula firmó un decreto ejecutivo que ordena la creación de un "Grupo de Formulación de Estrategia Nacional de Defensa" y otorga un año a los ministerios de Defensa y de Acciones de Largo Plazo para que definan un plan de trabajo en esa dirección.

El mandatario propuso crear un "programa de aceleración del crecimiento" de las Fuerzas Armadas, semejante a otras iniciativas de inversión pública ya anunciadas para impulsar la economía con una lista de nuevos proyectos en infraestructura, energía, educación, urbanización y saneamiento.

"A lo largo del tiempo, las Fuerzas Armadas perdieron su potencial. Es preciso recuperar el poder de las Fuerzas Armadas y el conocimiento tecnológico que tuvimos", dijo Lula en su discurso ante los comandantes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.

El gobierno de Brasil quiere aumentar el presupuesto de defensa de 2008 a 9.000 millones de reales, unos US$4.620 millones, desde 6.000 millones de reales este año, dijo un portavoz del Ministerio de Defensa. "Es el mayor aumento en una década", agregó.

"Es hora de que coloquemos nuestra inteligencia militar y civil para pensar lo que nosotros queremos ser en cuanto Fuerzas Armadas, en cuanto nación soberana en los próximos 10 o 15 años", dijo el presidente. "No podemos estar subordinados. Tenemos que ser osados", agregó.

Para Lula, uno de los principales desafíos de este plan será aliar el desarrollo de las Fuerzas Armadas al desarrollo económico y tecnológico del país y "contar con un plan estratégico de defensa que considere los más variados escenarios futuros". "Es una obligación de todo país que tiene responsabilidad con su propio desarrollo y con su inserción soberana en el escenario internacional", dijo.

Lula señaló que en el pasado las fuerzas armadas habían producido innovaciones tecnológicas posteriormente usadas por la industria local, incluyendo motores, propulsores de aviones, tecnología aeroespacial y de enriquecimiento de uranio.

"Estoy seguro de que la reactivación de nuestro parque industrial militar y el incentivo de nuestros centros de investigación del sector será parte central de esa estrategia de defensa", agregó en un discurso.

El presidente ya garantizó a la Marina 130 millones de reales anuales para los próximos 8 años, a fin de que continúe desarrollando su proyecto para un submarino de propulsión nuclear.

El plan estratégico de defensa, que sería completado en un año, permitiría a Brasil "creer finalmente que se puede convertir en una potencia mundial en el siglo XXI", dijo el presidente.

Entre otros, se conoció ayer que la reforma constitucional en Venezuela, promovida por Hugo Chávez, reforzará la idea del ciudadano combatiente, siguiendo el camino que busca marcar el bolivariano al convertir a la población en milicias de reserva en caso de ataques externos. Aunque la conversión de los ciudadanos en milicianos convierte a la población en objetivo militar, violando diversos pactos preexistentes en Venezuela.

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