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| 04/08/08 |
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| España culmina la adhesión al Tratado de Lisboa | ||
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El Senado autoriza la ratificación del texto llamado a ser la Constitución de los 27, pero no olvida las incertidumbres que hay por el ‘no’ irlandés
Con un poco más frío del que se merecía un acontecimiento tan trascendente, quizá porque los legisladores estaban bajo la sombra del no de Irlanda, el Senado autorizó el martes la ratificación del Tratado de Lisboa. Los 232 votos a favor, seis en contra y dos abstenciones, convierten a España en el vigésimo tercer país de la UE que completa el proceso de aprobación de la que pretende ser la futura Carta Magna de la Unión. Al margen de la mencionada negativa del país irlandés, el tratado ya esta solo pendiente en Italia, República Checa y Suecia. Cierto es que en Polonia -donde el Parlamento ratificó el texto en abril pasado- su presidente, Lech Kaczynski, aún no ha firmado la ley que permitirá que el texto entre en vigor en aquel país. Tras el rechazo de Dublín, el mandatario polaco amenazó con no firmar la norma por considerar que ya no tenía sentido, aunque parece haber reconsiderado su postura y esta misma semana se ha comprometido ante Sarkozy y Zapatero a no obstaculizar la ratificación. Por lo que respecta al ámbito doméstico, tan sólo
los cuatro senadores de ERC (adscritos al Grupo de la Entesa Catalana
de Progrès), junto con los del BNG y el Partido Socialista de
Mallorca-Entesa Nacionalista votaron en contra del tratado, mientras
que se abstuvieron los senadores Francisco Javier Tuñón
(independiente por Navarra y adscrito al Grupo Mixto) y Jordi Guillot,
de Iniciativa per Catalunya-Verds. Por su parte, el representante del Partido Socialista de Mallorca, Pere Sampol i Mas, justificó su voto por la escasa, a su juicio, participación de las regiones con capacidad legislativa en la UE y en recientes decisiones comunitarias que “avergüenzan” a los ciudadanos con un “mínimo de sensibilidad”, como la directiva de retorno de inmigrantes o la que permite ampliar la jornada laboral a 65 horas semanales. En su turno de réplica, el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aseguró que la disposición ofrece un número de “avances e instrumentos muy sustanciales”, entre los que enumeró la aplicación del principio de subsidiariedad, por el que los Parlamentos regionales y nacionales podrían llegar a “revocar” decisiones de la Comisión Europea si consideran que ha invadido sus competencias, o la nueva iniciativa popular legislativa, gracias a la que un millón de ciudadanos podrá instar a la Comisión a que presente o retire alguna iniciativa. El socialista reconoció que hacía “años” que el Senado no habilitaba un pleno extraordinario en julio, pero subrayó que la “trascendencia” del asunto lo justificaba. Tras admitir que el rechazo de Irlanda ha podido abrir “algunos interrogantes”, indicó que “existe una voluntad general en los países de llevar adelante la ratificación y reintegrar al Estado disidente en el proceso”. Con una coincidencia que resulta bastante poco habitual, el popular Alejandro Muñoz Alonso convino que la UE “no está bloqueada, sigue funcionando” y aseguró que el PP prefiere el Tratado de Lisboa a volver a Niza. (Agencias Madrid) Noticias relacionadas: "Si Irlanda no ratifica el Tratado de Lisboa, no entrará en vigor" |
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