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La flota asiática rozó las 130.000 toneladas de captura y le arrebata el liderazgo a la flota de Galicia.
Dentro de las 200 millas de dominio marítimo argentino operan 66 poteros, gran parte de ellos de capital gallego: Iberconsa, Nueva Pescanova, Profand o Vieirasa son algunos de los players de esa pesquería. El año pasado esta flota desembarcó 108.000 toneladas de pota (illex argentinus), ligeramente por encima del ejercicio anterior, aunque a años luz de los registros de 2014 (169.000 toneladas), antes de la ruidosa irrupción del fenómeno meteorológico conocido como El Niño.
Entre los caladeros de Argentina e Islas Malvinas trabajan más de un centenar de buques con participación gallega, que son los que, históricamente, han otorgado a las empresas españolas una hegemonía cimentada a lo largo de casi medio siglo.
La pesca china superó a la española
Eso se acabó. La pesca declarada de los buques con bandera china en el Atlántico Sudoccidental (zona 41) superó a la española, según los datos que acaba de actualizar la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). No es la primera vez que se produce un adelantamiento de los chinos, pero estos datos sí evidencian su carácter estructural por la evolución de ambas flotas.
En suma, los buques del coloso asiático declararon la captura de 127.580 toneladas, mayoritariamente calamar ( illex y loligo), a los que habría que sumar la actividad de los más de 200 buques que operan al margen de cualquier control fuera de las 200 millas de Argentina y las Malvinas.
A medio plazo dispondrán de una base en Montevideo, promovida por la multinacional Shandong Baoma Fishery. Se llamará Zhongjin Puerto SA y prestará servicio a 500 barcos al año, un muelle de 800 metros, astillero de reparaciones, área de repostaje y factorías de elaborados y harina de pescado.
Y será rentable: si los 66 buques poteros registrados en Argentina descargaron esas 108.000 toneladas de illex el año pasado, el volumen de los barcos que operan de forma ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) fue, con seguridad, superior. De ahí que los registros de la FAO resulten estimativos.
La estrategia china pasa por subsidios y exenciones fiscales con inyecciones anuales de 5.200 millones de euros para pescar más y en más caladeros, con -entre otras acciones- la compra de pesqueras consolidadas (Hijos de Carlos Albo, Altamare, Krustamoz).
Enorme presupuesto
Ese presupuesto supera en diez veces al de todo el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de Galicia; es otras 40 veces más elevado a la de la Consellería do Mar; equivale, por último, al 10% de la riqueza que genera Galicia en todo un año. El incremento de la clase media china y el mayor desarrollo de su industria transformadora han forzado al país a frenar sus exportaciones de pescado: lo que capturan, cada vez más, se queda en casa.
Fuente: Lara Graña – FARO DE VIGO