21 noviembre 2024
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Nota I -Por Patricio Ariel Mendiondo-   

Tratados por Malvinas: La entrega del país a Gran Bretaña

Comentario de la Redacción “El Malvinense”

Por Patricio Ariel Mendiondo

El día 16 de febrero de 1990, todos los medios masivos de difusión tanto estatales cuanto privados anunciaron que se habían restablecido las relaciones diplomáticas entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña. El instrumento jurídico que determinó esto fue firmado en Madrid en un salón del Ministerio de Asuntos Exteriores de España. El texto del documento se integra con dieciocho (18) artículos y cuatro (IV) anexos que abarcan un total de catorce carillas.

El presidente Carlos Menem, y el por entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Domingo Cavallo, firmaron el Acuerdo-Tratado de Madrid en los días 14 y 15 de febrero de 1990.

Al pueblo argentino, se le hizo creer que las negociaciones con Gran Bretaña ya habían regresado luego de ocho años, gracias al “gran presidente”, que había logrado firmar la “paz” con el país que invadió las islas Malvinas en enero de 1833, y provocó el conflicto de 1982.

Justamente, este Acuerdo, o mejor dicho como dice su título “Declaración Conjunta”, es inconstitucional. Nuestra Constitución dice claramente, que le corresponde al Congreso, declarar la paz o la guerra, y este “Tratado” nunca fue analizado ni aprobado por el Congreso. Por tanto, jamás debió entrar en vigencia.

El pueblo siguió y creyó el engaño sin chistar, gracias a los medios masivos de comuninación. Y por si fuera poco, jamás se ha enterado de cuanto ha perjudicado y sigue perjudicando este “Acuerdo” a la Nación entera.

Argentinos… no perdamos la memoria, no nos dejemos engañar, recordemos y tengamos en cuenta…

En 1982 cuando terminó la guerra, Argentina quedó en mejor posición que antes, ya que si bien no había obtenido el triunfo y el territorio, logró que la cuestión Malvinas se haya difundido en el plano internacional. Tal es así que en noviembre del mismo año, la ONU insta a Gran Bretaña y a nuestro país a resolver el problema de soberanía, apoyando a Argentina.
Por su parte, Gran Bretaña había logrado usurpar otra vez las islas, pero con grandes perdidas económicas, no solo por la guerra sino la posguerra, ya que construyeron una enorme base militar y debieron de prescindir de todas las ventajas que Argentina daba a los isleños previo al conflicto, por lo que se encareció el mantenimiento del más importante bastión en el Atlántico Sur. Desde el 1982 a 1989 los gastos ascendieron a 16mil millones de dólares. No había ingreso alguno, ya que lor recursos de pesca no salían de sus 3 millas alrededor de las islas, con excepción que a partir de 1986, extienden las millas a 200 y comienzan a explotarlas.

La guerra no se perdió en 1982, sino en un escritorio en 1989, bajo la firma de Menem y de Cavallo regalando a Gran Bretaña todo lo que ellos pretendían. Y es ahí donde finaliza el conflicto, y en donde realmente los argentinos perdemos toda dignidad.

Por ello aquí presentamos tres notas, con los tres puntos más influyentes que han provocado y envuelto de hambre, miseria y humillación a todo el pueblo argentino. El primero, nos habla de los recursos pesqueros regalados a Gran Bretaña, entregados a cambio de nada; el segundo nos explica como nuestro país pasa a ser parte del “Commonwealth”, colonia pirata; El tercer punto nos muestra la rendición total de las FFAA a las Fuerzas británicas.

El Tratado de febrero de 1990, se complementa luego en diciembre del mismo año, con posterior trato en el Congreso de la Nación, bajo la ley 24.184. Dicha ley dio paso a las privatizaciones de las empresas estatales y de los recursos naturales del Estado. Por si fuera poco, Gran Bretaña tiene el privilegio de ser la Nación más favorecida desde 1825, provocando que la mayoría de las empresas extranjeras establecidas en el país, correspondan a manos británicas.

Estos dos dictámenes (el Acuerdo y la ley 24.184) han provocado bajo el mandato de Carlos Menem, la muerte de más de 400.000 argentinos, y dejando a otros tantos sin empleo ni sustento económico alguno para satisfacer sus necesidades básicas. No olvidemos que estos documentos siguen vigentes, y que todos los presidentes posteriores a Carlos Menem, son también culpables.

Todo lo dicho aquí y en las notas respectivas, está probado por centenares de noticias en los medios, y en las vivencias de un pueblo, traicionado por sus gobernantes, que hoy ya no sabe porque lucha ni conoce el motivo de la traición más grande que vivió la Nación Argentina. El Tratado de Versalles luego de la Gran Guerra, impuesto a Alemania, no tiene ni punto de comparación con el tremendo castigo que nos han impuesto los británicos, avalados por los gobernantes cipayos de turno.

“A la Argentina hay que revolcarla en el barro de la humillación”.

(Winston Churchill -nieto- en el Parlamento, 21/06/82)