21 diciembre 2024
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El Brexit había perjudicado los intereses españoles, que con licencias británicas pescan calamar en el Mar Argentino actualmente usurpado por los británicos.
Los barcos de bandera británica pero de capitales gallegos, se verán beneficiados por tres años sin aranceles, ahorrando millones de dólares. De esta manera, no hay perjuicios comerciales entre las Islas Malvinas y la Unión Europea, tras la salida de Gran Bretaña de la comunidad. La totalidad del calamar que saquean los españoles desde las aguas argentinas usurpadas por Gran Bretaña, seguirán siendo un amplio beneficio sin aranceles. No hubo gestión ni reacción alguna por parte del gobierno argentino, que como desde hace más de 20 años, permite por inacción, el saqueo de recursos pesqueros en sus mares.

(La Voz de Galicia).- Podría decirse que Malvinas reserva su calamar patagónico (Loligo gahi) para Galicia. Aunque no de bandera -llevan la de las islas británicas-, son gallegos de capital los 16 barcos pesqueros con base en Vigo y Marín que acaparan las licencias que el Gobierno malvino otorga para explotar este cefalópodo y que le reporta un 60 % de los ingresos del país. Unos réditos que vieron peligrar tras el brexit, dado que el acuerdo de cooperación entre Londres y Bruselas dejó al margen del pacto a los territorios de ultramar y, por tanto, los armadores gallegos, que destinan a la industria comunitaria el cien por cien de sus capturas, se vieron obligados a satisfacer aranceles del 8 % para el calamar, el 6 % para la pota y el 15 % para la merluza, productos que antes del divorcio mandaban a Europa sin carga alguna.

La flota afectada se aferraba a la necesidad de conseguir producto para la industria comunitaria a precio competitivo y a mantener el empleo en destino para esquivar unos gravámenes que no tienen que satisfacer los productos británicos en virtud de ese acuerdo de cooperación que marca las relaciones entre ambos bloques tras el brexit.

La batalla se libró en el plano comercial hasta que, finalmente, los armadores, con el apoyo de la Secretaría General de Pesca española, y la propia industria comunitaria -en este caso Conxemar y Anfaco-, consiguieron convencer a Bruselas de la necesidad de eliminar el arancel al calamar patagónico para asegurarse un suministro adecuado para las fábricas de transformación. Así, el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) publicaba ayer una modificación del reglamento sobre contingentes arancelarios para aprobar la entrada de 75.000 toneladas de calamar patagónico al 0 %.

Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), explicó que esa cantidad anual aprobada para el próximo trienio (2021-2023) es suficiente para cubrir las exportaciones que realiza la flota al mercado comunitario, cuya principal puerta de entrada es Galicia.

Ni que decir tiene que «estamos muy contentos y enormemente agradecidos a la Secretaría General de Pesca, que desde el minuto uno ha estado con nosotros, así como a Conxemar y Anfaco», que han servido en bandeja los argumentos para justificar las necesidades de calamar de la industria, expuso Touza.

El presidente de Arvi hizo llegar a la Administración española los agradecimientos que recibió del primer ministro de Malvinas y del ministro de Pesca de las islas del Atlántico sur. Porque, como señala Touza, más que una cuestión comercial se trataba de un asunto político, dados los estrechos vínculos que mantiene la flota de capital gallego con las islas dependientes del Reino Unido.

A la aprobación del contingente para el Loligo gahi se le ha dado carácter retroactivo con fecha de 1 de enero pasado. Es decir, que los armadores podrán recuperar las tasas que han pagado por las toneladas que han enviado en la que, según Touza, ha sido una buena campaña. Aunque todavía no han hecho los cálculos para cuantificar el importe de esa devolución, sí saben que serán varios millones.

Aunque la modificación del reglamento no lo deja muy claro, desde el Ministerio de Pesca confirmaron que se ha dejado fuera de la negociación de los contingentes la caballa de Noruega y la de Islandia, con lo que la xarda que esos países se autoasignan tendría que pagar arancel para entrar en el mercado comunitario.