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l 2 de mayo último comenzó el censo para ex combatientes de la Guerra de Malvinas en Mendoza. Este procedimiento culminó el 30 de julio, estuvo a cargo de las oficinas departamentales del Registro Civil y desde el Ministerio de Gobierno, Trabajo y Justicia confirmaron que nuestra provincia cuenta con 344 veteranos de guerra registrados.
La medida fue solicitada por ellos mismos hace ya tiempo y de acuerdo a lo que establece la Ley provincial 8.394. Según explicaron desde el Gobierno esto servirá para poner al día la base de datos, para los futuros beneficios y políticas que se impulsen oficialmente y para formalizar además la actualización del listado de beneficiarios y de la cifra de ayuda habitacional (pasó de 300 pesos a 1.800 pesos).
“La actualización nos permitió detectar a los beneficiarios y conocer los datos de aquellos veteranos fallecidos, junto con sus núcleos familiares, para que puedan recibir todos estos beneficios que por derecho les corresponde”, indicó el ministro de Gobierno, Dalmiro Garay.
Los veteranos mendocinos en tanto celebraron la acción, aunque coincidieron en que el censo debería ser el punto de partida a una serie de medidas y políticas que tengan continuidad -algunas de ellas ya las tienen, otras precisan algunos ajustes-. “Es una excelente noticia, porque con el censo se logra transparentar y chequear la supervivencia. Quizás la cifra de 344 puede llegar a bajarse un poco ya que tenemos que revisar algunos casos específicos. Pero estamos satisfechos”, destacó Hugo
Olivera (56), presidente de la Asociación de ex combatientes de Malvinas de Mendoza y quien en 1982 integró la flota del capitán de fragata Pedro Giachino. “Estuve en el batallón que recuperó las Malvinas el 2 de abril y nos movimos entre la isla y las Georgias”, resumió.
“La actualización del censo es una buena medida para volver a trabajar y ajustar detalles que faltan. Ya hay un número exacto, ahora es el momento de sentarnos todos con las autoridades para buscar un sistema de salud que responda a nuestras necesidades y un plan de viviendas”, sintetizó a su turno Duilio González (55) de la Asociación de veteranos unidos por Malvinas, quien durante el conflicto bélico pertenecía a la Armada y estuvo en el portaaviones 25 de mayo. “El 2 de abril estuvimos a 6 millas de Malvinas, y debimos volver al continente cuando llegó la flota inglesa por no tener seguridad suficiente”, rememoró.
Jorge Martínez (56) del Centro de Veteranos de Malvinas de San Rafael también consideró como positivo el censo y -al igual que González- pidió que haya una mejor prestación de salud para los ex combatientes que viven en el Sur mendocino. El 2 de abril desembarcó en la isla en el Operativo Rosario (también con Giachino) y estuvo 7 días en Malvinas.
Transparencia
El censo estuvo coordinado por Olivera en representación de los veteranos y por el ministro Garay. “Los que estaban cobrando la pensión provincial tuvieron que acercarse al Registro Civil de su departamento y allí se les pedía que lleven precisamente una copia del certificado de cobro de pensión, del de veterano y del DNI. El objetivo desde el principio es transparentar lo que el Gobierno nos está dando como pensión”, resumió Olivera, quien destacó que también se busca determinar quienes efectivamente precisan de asistencia habitacional por no tener casa (ni tampoco la tengan inscripta como bien de familia). Precisamente esta asistencia económica fue actualizada.
Los veteranos inscriptos perciben dos pensiones. Por un lado la nacional, equivalente a 3 pensiones mínimas (un total de 18.000 pesos aproximadamente) y cuentan con la obra social PAMI de forma obligatoria. Además, perciben una pensión provincial (cerca de 7.000 pesos) y pueden tener OSEP -optativo-, aunque sólo para el ex combatiente y no el grupo familiar. “Ahora la idea es juntarnos para ver qué prestaciones puede cumplir OSEP y cuáles PAMI, y que se complementen”, sintetizó Olivera.
Lo referido a asistencia de salud es lo que ha generado cierta preocupación en otros grupos de veteranos. “No existe un programa de salud o de asistencia social dedicado exclusivamente a los veteranos y somos nosotros los que actuamos como nexo. Han pasado 35 años y todavía seguimos a las vueltas en muchas cosas, somos parte de la historia viviente del país”, resumió con preocupación Duilio Ramírez, quien resaltó que sería importante que todos los reconocimientos llegaran mientras están con vida.
“La situación económica de los veteranos en Mendoza es buena. Pero el tema es en lo habitacional y en salud. Nos gustaría poder tener una vivienda propia y un sistema de salud que nos responda, ya que las obras sociales están colapsadas por momentos”, resumió Ramírez.
En lo que a vivienda se refiere, el veterano resaltó que han presentado proyectos en la Legislatura para que los barrios del IPV que se entreguen cuenten con al menos una casa para ex combatientes.
“Entre nosotros nos damos mucha contención y nos acompañamos, y siempre es bueno tener a alguien que escuche. Pero necesitamos la contención de profesionales también. Todas las asociaciones estamos trabajando y participamos de actividades solidarias porque entendemos que las pensiones nos la paga el mismo pueblo y queremos retribuir a la sociedad. Pero lo cierto es que nos duelen mucho los 649 compañeros que perdieron la vida en la guerra, y también los casi 800 que se quitaron la vida después por falta de contención profesional”, sintetizó el hombre, quien se retiró de la Policía hace 4 años.
Martínez, de los veteranos de San Rafael resaltó que en los departamentos más alejados es donde más se siente la falta de asistencia en salud. “Las delegaciones de PAMI se mueven mucho, pero en la sede central de Mendoza pareciera ser que no importamos demasiado. Estamos teniendo algunos problemas prestacionales en todo el Sur y ojalá lo del censo sea el inicio de una serie de mejoras”, destacó el ex combatiente.
Además, destacó el reconocimiento político y ciudadano que tienen en esa zona de Mendoza, al tiempo que ensayó una autocrítica sobre el rol de algunos compañeros. “A veces falta un poco de voluntad de los veteranos, tenemos que movernos más y dejar de ser veteranos de cajero”, resumió el hombre. Ese centro nuclea a los ex combatientes de San Rafael, Alvear y Malargüe y son cerca de 40 veteranos.
Fuente: Los Andes