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El 31 de agosto de 2017, a partido para reunirse con todos los héroes que se encuentran custodiando muestras queridas Islas Malvinas, quien fuera el Jefe del Grupo de Artillería de Defensa Aéreas 601, General de Brigada (R) D Héctor Lubín Arias. Le rendimos un fervoroso tributo de admiración y respeto a quien con la más grande nobleza entregó su vida al servicio del Ejército Argentino y de esta nuestra querida patria.
Su muerte no pasará inadvertida para muchos de sus camaradas que compartimos la vida militar, lo lloramos juntos a su querida familia, lo lloramos quienes portamos el uniforme, los que sentimos en el alma la nostalgia de su partida, porque él con abnegación, dignidad y generosidad lo dejó todo para prodigarnos una luz de esperanza que nos guiará en la búsqueda de la paz, la tranquilidad y el progreso que merecemos todos los argentinos.
Mi General, usted fue un hombre íntegro, militar valiente, de excelente trayectoria profesional, ser humano digno, comprometido con su patria y con su familia.
Recordamos al Héroe:
Aquel 1º de mayo de 1982 marcó un “antes y un después” en la historia de los artilleros antiaéreos de nuestra querida patria. Los ataques de la aviación británica encontraron una efectiva respuesta desde tierra firme. Aquellos cañones Oerlikon Contraves transformaron los cielos en “callejones de muerte” para los atacantes. Comandados por un jefe ya legendario, el General de Brigada (R) Héctor Lubín Arias, quienes estaban al pie del cañón hicieron realidad aquel viejo proverbio oriental que enuncia: “si quieres saber cómo te fue en la guerra, pregúntale a tu enemigo”. Un simple hecho lo corrobora, los aparatos enemigos nunca pudieron destruir la pista de aterrizaje de Malvinas y sí, en cambio, pagaron en máquinas y pilotos un caro precio por sus intentos.
(Palabras del General de Brigada (R) VGM Héctor Lubín Arias).
Dimos todo lo que podíamos ofrendar y mis camaradas fueron los que trasmitieron, con su ejemplo, la medida del heroísmo en este conflicto…/
Mi querido General, en estos momentos Dios te está recibiendo con los brazos abiertos y nosotros nos encontramos acá con el corazón hecho pedazos porque no esperábamos que te fueras a ir tan pronto de nuestras vidas. Te vas solo físicamente porque en cada uno de nosotros queda lo mejor de ti. Feliz viaje hacia la eternidad. Les pido que nos unamos en su nombre para elevar una oración para que descanse en paz del Señor.
Héctor Lubín Arias
Q.E.P.D