22 diciembre 2024
invasiones_inglesas

Compartir la noticia:

Fue la Segunda derrota incondicional consecutiva de las Fuerzas militares Británicas que intentaban ocupar, sojuzgar y anexar a Buenos Ayres y el Virreynato del Río de la Plata , al Imperio Británico.

La Nueva Invasión

A mediados de Octubre de 1806 se presentan en el Río de la Plata naves británicas, conduciendo a bordo un contingente de más de 2.000 soldados. Esas tropas, comandadas por el coronel T. J. Backhouse, constituyen el refuerzo que, cuatro meses atrás, solicitara Beresford a su superior, el General Baird, después de concretar la primera conquista de Buenos Aires. Los Tropas habían zarpado de Cabo de Buena Esperanza a fines de Agosto, sin tener noticias que, en ese momento, Beresford ya había sido derrotado y capturado junto con sus hombres por las fuerzas de Liniers, Álzaga y Pueyrredón. El auxilio, por lo tanto, llega demasiado tarde.

El 9 de Octubre de 1806, zarpó desde Inglaterra una expedición con unos 4700 soldados al mando del Gral Sir Samuel Auchmuty, para reforzar las fuerzas de ocupación de Buenos Aires, mientras que el 12 de Noviembre partió otra expedición con fuerzas similares y a cargo del Brigadier General Robert Craufurd, con 4200 soldados rumbo a la Ciudad del Cabo para decidirse según los acontecimientos, si seguía por el Pacífico para invadir Chile, o bien atacaba a Buenos Aires. El 28 de Marzo de 1807, llegaron al Cabo y allí Craufurd recibió órdenes de reforzar a Auchmuty, pues se habían recibido noticias de la Reconquista de la ciudad, unificándose las fuerzas bajo el mando del Mayor General Sir John Whitelocke, enviado especialmente para la ocasión. (Carlos Roberts. Las Invasiones Inglesas del Río de la Plata. 1806-1807. Bs As)

En Marzo de 1807, habían llegado a Buenos Aires las noticias del ascenso de Santiago de Liniers -a cargo de las Armas de Buenos Aires después del Cabildo Abierto del 14 de Agosto de 1806- a Brigadier de la Real Armada Española, y del cese del Marqués de Sobre Monte como Virrey, disponiéndose que Pascual Ruiz Huidobro, Gobernador de Montevideo, o el oficial que le siguiera en grado, se hiciese cargo del Virreinato. Al quedar prisionero Huidobro de Whitelocke, la Real Audiencia reconoció a Liniers como Virrey interino.

Whitelocke llegó a Montevideo el 10 de Mayo de 1807, dejando el gobierno de la ciudad a cargo de un General, para dedicarse a organizar la invasión a Buenos Aires. El convoy de Craufurd, con 41 barcos de guerra y transporte arribó el 15 de Junio. Se dejaron 2000 soldados de guarnición en Montevideo y todo el resto se embarcó en buques menores. El gran convoy, con más de 9000 hombres, llegó a Ensenada, a unos 60Km al Sur de Buenos Aires el 28 de Junio, desembarcando de inmediato. Con la Flota de Guerra en apoyo, bombardeando la ciudad desde el estuario.

Desde Ensenada, las tropas británicas comenzaron su avance hacia la ciudad. El 1 de Julio de 1807, Liniers revistó en Barracas al “nuevo” ejército de Buenos Aires. Con una dotación de casi 7000 hombres, su plan fue dejar unos 1000 de guarnición en la ciudad y formar los otros 6000 en línea de batalla a pocas cuadras al Sur del Riachuelo –hoy límite Sur de la ciudad-, dando espaldas al mismo. El 2 de Julio el General Gower cruza el Riachuelo corriente arriba del dispositivo virreinal, para marchar a la zona de Miserere, matadero y estación de carretas de carga. Al ver esto, Liniers cruzó el Riachuelo yendo a marcha forzada a Miserere. Allí los británicos, al mando de Gower, hicieron una brillante carga a la bayoneta cortando en dos al ejército de Buenos Aires: una parte fue a la Chacarita y la otra se desplazó al centro de la ciudad. Si Craufurd y Gower hubieran continuado su ataque, esa noche tomaban la ciudad.

Combate en Localidades

El Cabildo de Buenos Aires a instancias de Álzaga formó de urgencia un comité de guerra para organizar la defensa, decidiéndose fortificar el centro de la ciudad para que los defensores pudieran combatir desde casas y trincheras, armándose barricadas en todos los cruces de calles. Al regresar Liniers desde Chacarita acepta lo organizado. El 3 de Julio los soldados comenzaron a armar el dispositivo de defensa a partir de la Plaza Mayor (hoy Plaza de Mayo). Se construyó un perímetro interior con la Plaza y el Fuerte (emplazado donde está hoy la Casa Rosada), con trincheras artilladas y tropas en las azoteas, y una defensa exterior, una cortina compuesta por una línea de cantones que circundaba la Plaza a unas 3 cuadras de distancia. El criterio fue que esa defensa exterior debilitara tanto al atacante que no pudiera forzar con éxito el reducto central. Esta línea exterior corría aproximadamente desde las hoy calles Sarmiento, Suipacha, Tacuarí y Belgrano. Además se había decidido defender la plaza del Retiro y su Arsenal. Los tres batallones del Regimiento de Patricios se distribuyeron en todas las partes del dispositivo.

El General Whitelocke preparó un plan de combate que no resultó, con trece columnas que atravesarían la ciudad hacia la Ribera ocupando las principales posiciones. Arrasando toda oposición en ataques a la bayoneta, al mismo tiempo que se desplazaba un cuerpo para tomar el Retiro, operación que tuvo éxito. Simulando un ataque principal por el centro directo al Fuerte, y con la artillería que abriría fuego a mansalva. Dejando una reserva en La Reducción (Quilmes) con los Regimientos 40º y 17º de Dragones Ligero y algunos destacamentos, al mando del Cnl Mahon. (Lancelot Holland, Diario del Viaje al Plata en 1807- BsAs, Eudeba,1976)

El día 5 de Julio a las 6 hs, el ejército británico inició su ataque desde el eje Callao-Entre Ríos, avanzando en columnas de 6 a 7 soldados de frente, recibiendo un fuego intenso desde casas y cantones, el que causó pérdidas muy fuertes: más de 2800 hombres entre muertos, heridos y prisioneros. Se rinden a las 16hs el Gral Craufurd, los Cnls Pack, Guard, el My Mc Leod y el Cnl Cadogan del Reg 88º al Gral De Elío. El ejército virreinal tuvo unos 200 muertos y 400 heridos. El día 6, Whitelocke fue a Retiro decidido a concentrar allí su ejército para seguir el combate, pero ante lo elevado de las pérdidas fue convencido por sus oficiales de aceptar las propuestas de rendición de Liniers, al haberse debilitado en su ejército la moral de lucha. La lucha fue sangrienta y participaron todos los habitantes de Buenos Ayres.

Liniers forzó la capitulación que fue firmada el 7 de Julio por el Mayor General Sir John Whitelocke, obligando por opinión de Álzaga, que entregaran también Maldonado y Montevideo (en la banda Oriental) retirándose del Río de la Plata, en corto plazo.

Se rindieron incondicionalmente a las Fuerzas de Buenos Aires.

Los siguientes Generales, Almirantes y oficiales superiores:

Mayor General Sir John Whitelocke. Comandante en Jefe de las Fuerzas y Nuevo Gobernador General de América del Sur, designado por el Gobierno Británico.

General Sir Samuel Auchmuty

Brigadier General Robert Craufurd
General Leveson Gower – Jefe EM del Gral Whitelocke

General Lumley

General Ackland

Almirante Sir Charles Stirling (con asiento Cdo de Flota en Fragata “Diadem”) – Fuerza de Tareas “Auchmuty” con 4694 hombres.

Almirante Murray (con asiento Cdo de Flota en Fragata “Nereid”) Fuerza de Tareas “ Craufurd” con 4192 hombres.

Cnl T.J. Backhouse (Jefe de Fuerza de Tareas “Ciudad del Cabo”) con más de 2000 hombres.

Cnl Bourke

Cnl Denis Pack (*)

Cnl Guard

Cnl Mahon

Cnl Kington

Tcnl Lancelot Holland – integrante del EM del Gral Gower

Tcnl Sir S. Buttler

Tcnl Lloyd

Tcnl Brookman

My Mc Leod

My Nugent

My Blake

My Cambell

Cap Carroll

Cap Fraser

Cap Barker

Todos los oficiales y tropas del Ejército de Gran Bretaña

Todos los Buques y Naves de Guerra Británicos (con más de 75 buques de guerra y transportes navales)

Todos los Capitales, oficiales y marineros de la HMB

Las siguientes Unidades del Ejército Británico:

Regimiento 88º de Infantería

Regimiento 87º de Infantería

Brigada Ligera de Infantería

Regimiento 45º de Infantería

Regimiento 47º de Infantería

Regimiento 38º de Infantería

Artillería Real Montada

Real Artillería de la Infantería

Regimiento 6º de la Guardia de Dragones

Regimiento 5º de Infantería

Regimiento 36º de Infantería

Regimiento 95º de Infantería

Regimiento 9º de Dragones Ligeros

Regimiento 17º de Infantería

Regimiento 20º de Infantería

Regimiento 21º de Infantería

Regimiento 40º de Infantería

Regimiento 71º de Infantería (Nueva Unidad reorganizada)

El (*) Tcnl Dennis Pack (ex-Jefe del Regimiento 71 “Highlanders”, Prisionero de guerra de la Primera Invasión, quien bajo palabra de honor había jurado, nunca más tomar las armas contra Buenos Aires o España.) y que había escapado de su prisión en la Villa de Luján (junto con el Gral Béresford, quién prefirió retirarse del Río de la Plata y regresar a Londres para cumplir con su palabra de honor)

Conclusiones:

Esta Segunda Gran invasión de las Fuerzas Armadas de la Gran Bretaña, fue “oficialmente” ordenada por el Gobierno del Reino Unido y su Graciosa Majestad, decidida por el gabinete presidido por Lord William Wyndham Grenville, quien a raíz de la muerte del primer ministro Pitt, había asumido la Jefatura.

Grenville, a diferencia de Pitt, que propugnaba la emancipación de las colonias españolas, estaba resuelto a llevar a cabo la conquista en firme de los principales puertos y territorios de América. De esta forma se propone contrarrestar la expansión francesa (Napoleón) en Europa y, al mismo tiempo, abrir a las exportaciones británicas los inmensos e inexplotados mercados americanos.

Esta Segunda Invasión difiere con la Primera Invasión del General William Carr Béresford, el Almirante Sir Home Riggs Popham, y con el apoyo del General Baird en Ciudad del Cabo, porque la Primera fue sólo para “robar el Tesoro”, que España estaba reuniendo en Buenos Aires para enviar a Europa. Y que posteriormente al tomar conocimiento, el Gobierno Británico lo avala y recibe la parte del “robo y saqueo” realizado a Buenos Aires, por parte de sus fuerzas militares.

En esta 2da y muy importante Invasión al Río de la Plata, ocuparon primero Maldonado (29 Oct 1806) que fue masacrada, violada, humillada y los combatientes hechos prisioneros, y enviados a las cárceles de Londres. Después atacaron Montevideo con desembarco en playa del Buceo el 16 Ene 1807 y rendida tras cruenta lucha el 3 Feb 1807 con su Jefe el Brigadier Pascual Ruiz Huidobro, comandante de Armas y Gobernador de Montevideo y ocupada militarmente, tras el terror en la ciudad por el infaltable saqueo practicado por los ingleses.

Buenos Aires resistió con su jefe el Capitán de Navío, Santiago de Liniers y Brémond, ascendido por el Cabildo Abierto de Bs As el 14 de agosto de 1806, a Brigadier de la Real Armada Española y a cargo de las Fuerzas de la Defensa de Buenos Aires. Con sus tropas y fuerzas organizadas al finalizar la Primera Invasión Británica, desde el 14 de Agosto de 1806 (tropas novatas y sin experiencia en combate).-

Luego de la exitosa Defensa y la rendición incondicional de los británicos, Liniers y Plana Mayor les dieron al Gral John Withelocke y sus comandos un corto plazo para regresar a su país de origen. Siendo la rendición incondicional para todas las Tropas del Ejército de Gran Bretaña y sus Generales, Jefes, oficiales, tropas y civiles contratados y todas las Fuerzas de la Real Armada Británica y sus almirantes, oficiales y tropas que participaron de la Invasión. Con sus Buques de Guerra y sus transportes navales.

Fue la más aplastante derrota jamás sufrida por la Gran Bretaña, contra una colonia extranjera que intentaban ocupar, integrante por ése entonces del Reino de España. Y “la segunda derrota consecutiva contra las tropas de Buenos Ayres”, en menos de un año.

La Nación y el Pueblo argentino ya latía en los corazones de los criollos, con los colores del manto de la Virgen de Luján, en sus pechos henchidos de coraje. Políti- camente significó para Buenos Ayres, el darse cuenta que la “PATRIA Argentina” ya estaba “madura”, para organizarse en forma independiente.

La llegada de la Escuadra Británica al Río de la Plata en 1809 con estación en el Estuario con su Jefe el “Comodoro” viviendo en Buenos Aires, hasta la Guerra con el Paraguay, acordada entre las Juntas de España y la Gran Bretaña (tratado de Apodaca-Cánning), y la apertura del Libre Comercio establecida por España para la misma fecha, abrieron las puertas de la Revolución de Mayo de 1810.