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Carlos Alberto González era de Alejandro Korn y tenía 56 años. Había participado del conflicto bélico como conscripto y trabajaba en Aysa.
(Diario Sur).- El ex combatiente de la Guerra de Malvinas y vecino de Alejandro Korn Carlos Alberto González falleció el último 16 de agosto por coronavirus. Se trató de un héroe que prefirió permanecer en el anonimato: nunca participó en grupos de veteranos del conflicto bélico. Pero dejó una huella imborrable en su familia y sus amigos, que en silencio lloraron la pérdida de un patriota.
Carlos tenía 57 años y era vecino del barrio La Esperanza de Alejandro Korn. Se mudó allí en el año 2000 junto a su esposa, Beatriz Jacobsen, y sus cinco hijos, Jorge, Alberto, Yanina, Víctor y Carlos. Tenía siete nietos. Era de un origen muy humilde en Lomas de Zamora, pero tras la guerra empezó a trabajar en Obras Sanitarias (ahora Aysa) y logró progresar junto a su familia.
A Malvinas fue como conscripto, meses después de haber terminado el servicio militar obligatorio. Tenía 18 años y acababa de ser padre por primera vez. Entró en combate con el Regimiento Mecanizado7 “Coronel Conde”, dentro de la compañía C. Participó de la batalla de Monte Longdon, la más sangrienta de la guerra. Fue prisionero de los ingleses.
El veterano de la guerra de Malvinas Carlos González, durante el servicio militar.
“A mi papá nunca le gustó hablar de Malvinas porque le hacía mal. La pasó muy mal en la guerra y por eso era reservado con el tema. Vio morir a muchos compañeros”, relata en diálogo con El Diario Sur el hijo menor de González, también llamado Carlos.
Su esposa, Beatriz, cuenta que volvió de Malvinas y desde el regimiento de La Plata se fue directamente en tren a Alejandro Korn para verla. Ella había ido a buscarlo y se desencontraron. “Finalmente estuvimos juntos. Ese día se comió un pollo entero él solo. Había vuelto flaco, con diez kilos menos, y con congelamientos en los pies que le molestaron hasta los últimos días de su vida”, marca el recuerdo de la mujer, criada en Alejandro Korn.
La historia familiar cuenta que, tras la guerra, a Carlos le tocó sufrir la discriminación y los intentos de ocultamiento que el gobierno militar hizo con los ex combatientes. Junto a su esposa se instalaron en una casilla con piso de tierra en Lomas de Zamora. Él tuvo varios trabajos hasta que llegó a la empresa del servicio de agua, donde hizo carrera.
La familia del vecino de Alejandro Korn que falleció semanas atrás por coronavirus.
“Trabajó muchísimo durante toda su vida. Decía que la única forma de hacer patria era trabajando, y podía meterle a un laburo todo el día”, recuerda su hijo menor. Sus otras pasiones eran el campo y el tiempo que pasaba con su familia.
Siguió en Aysa hasta sus últimos días. Se arriesgó a seguir saliendo durante la pandemia y colaboró en la conexión de agua en la villa 31 de Buenos Aires, cuando empezaban a dispararse los casos de coronavirus y el servicio se volvía más necesario que nunca.
En el marco de esa otra batalla por la patria (su trabajo en plena pandemia) se contagió de coronavirus. El 27 de julio quedó internado en la Clínica Juncal de Temperley. Algunos días después lo entubaron. Finalmente murió el 16 de agosto a las 14 horas. “Era un tipo muy querido”, sostuvieron ante El Diario Sur desde Aysa. A través de las redes sociales, sus compañeros lamentaron fuertemente su partida.
La despedida de Carlos tuvo el bajo perfil que él había cultivado. “Las pocas personas que pudimos asistir al cementerio de San Vicente llevamos una bandera, frenamos la camioneta frente al cementerio y pusimos el Himno Nacional”, rememora el hijo de Carlos. Fue el último adiós para un héroe que el coronavirus se llevó.