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Informa la agencia TELAM: En el marco de la visita de Estado a Chile del presidente Alberto Fernández, el mandatario anfitrión, Sebastián Piñera, ratificó el respaldo del gobierno que encabeza a los legítimos derechos de soberanía de la Argentina sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Piñera, además, reafirmó la necesidad de que tanto la Argentina como el Reino Unido reanuden las tratativas para encontrar una solución pacífica a la controversia en el marco de las resoluciones de las Naciones Unidas y de otros foros.
El pronunciamiento de Piñera, en representación del gobierno chileno, quedó registrado en el apartado número 51 de la declaración oficial conjunta que firmaron ambos presidentes.
En el mismo punto de la declaración, el jefe de Estado Alberto Fernández expresó el agradecimiento del Estado argentino por el “tradicional apoyo del gobierno de Chile” en la disputa de las islas Malvinas.
Por último, en el último párrafo del comunicado, ambos presidentes coincidieron en que la adopción de medidas unilaterales de explotación de recursos naturales en el área en disputa “no es compatible con lo acordado en las Naciones Unidas”, por lo que se dejó expresa constancia de que la Argentina “tiene derecho a emprender acciones legales, con respeto a tratados vigentes y del Derecho Internacional”.
Pese al apoyo que anuncia la agencia estatal de noticias, las embarcaciones y aeronaves británicas de Malvinas continúan atracando y aterrizando en Punta Arenas, favoreciendo el comercio entre las Islas Malvinas y la República de Chile.
Si verdaderamente existiera apoyo, ambos países acordarían medidas para evitar el comercio con Malvinas, y se le negaría puerto a cualquier buque o aeronave con destino a las Islas. Algo similar sucede con uruguay, que como Chile, permite el uso de sus puertos y aeropuertos tanto a civiles como militares, para que puedan hacer escala previa a Malvinas. En el caso de Uruguay es aún peor la situación, ya que también permite el atraque de buques pesqueros ilegales de la ZEE argentina, que no solo pescan sin licencias sino que también faenan en aguas uruguayas infinidad de delfines, lobos y elefantes marinos, especies que se encuentran protegidas por innumerables tratados, por estar en peligro de extinción.
Argentina debería coordinar políticas y estrategias similares junto a Chile y Uruguay, con el fin de defender los intereses argentinos en el Atlántico Sur. Los discursos y apoyos son muy bonitos, pero si no están acompañados de acciones, de nada sirven más que para adornar la portada de algún diario oficialista.