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Exiquel Vargas, es un soldado conscripto, que viajo a Malvinas con el regimiento Nº5 de infantería. Durante la batalla, su tropa fue atacada por una bomba, él le salvó la vida a su jefe y su cuerpo voló “unos 100 metros”. Los primeros días fue dado por muerto al no poder encontrar su cuerpo. A los días fue rescatado con vida.
El ex combatiente, se encuentra de visita en Paraná y dialogó con Elonce TV: “Estoy paseando y disfrutando estos días hermosos de vacaciones”.
Exiquel desembarcó en Malvinas el 12 de abril. Al día siguiente, les llegó la orden que debían viajar a Puerto Howard a “80 kilómetros de puerto argentino, y solo se podía viajar en helicóptero. Ahí se comenzó a movilizar la tropa y al puerto llegamos alrededor de 600 soldados”, contó. Y agregó que tenían estrictas medidas de “no poder acercarnos a los ingleses, ni pedir agua o lo que necesitemos en las casas que había”.
La tropa se instaló alrededor de los pueblos “cerca de un cementerio”, a la espera de novedades. “Los primeros días no sentíamos nada, era solo viento y agua. No sentíamos el calor del fuego que sentimos después durante la guerra. Las batallas siempre eran a lo lejos, sentíamos tiroteos, pero nada cuerpo a cuerpo, pensábamos que la guerra iba a tardar seis años”.
Sin embargo, Exiquel relató que un día, dos aviones de combate atacaron Puerto Argentino “damos aviso por radio de la alerta y pedimos ayuda”. Los rivales “tiraron dos bombas de 500 libras y una cayó a 20 metros de mi posición, en ese momento por inercia, le salve la vida de mi subteniente, es algo que haría cualquier soldado. Él estaba en la línea de fuego y traté de sacarlo, la explosión me agarró la pierna y me tiró 100 metros del lugar”. Tras ese ataque, hubo 30 heridos y seis muertos.
Tras el ataque, el excombatiente estuvo ocho días tirado “sin comer y sin atención. Agua tomaba de la lluvia que caía. Estaba entre unas chapas y no me podía mover. Cuando me encontraron me hicieron una trasfusión de sangre cuerpo a cuerpo y ahí empecé a vivir de nuevo. El frio que hacia allá, ayudó mucho”.
Tiempo después a Exiquel le tuvieron que amputar la pierna. “De la rodilla para abajo, la tenía muy mal. Me llevaron a un hospital de campaña y me dijeron que no había otra solución que cortarla. Antes no había anestesia, así que me pusieron en una camilla, con una sierra y un palo en la boca y me operaron. La pierna quedó enterrada allá.” A los días, el hombre fue trasladado a Tierra del Fuego y posteriormente a Bahía Blanca donde le apuntaron de la rodilla hacia arriba.
Exiquel, actualmente está casado y tiene un hijo. El excombatiente, contó sobre cómo rearmó su vida tras la guerra de Malvinas. “Fue duro, sin trabajo y sin pensión. Pero siempre busqué algo para hacer”.
“Hoy estoy feliz de la vida”, finalizó. Elonce.com