21 noviembre 2024
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Desde siempre vinculado al fútbol, Gustavo Lencina, que jugó en el ascenso, sintió la necesidad de homenajear a quienes cayeron en las islas y la mejor forma que encontró para recordarlos fue fundar un club con el nombre de ese territorio argentino

Desde siempre vinculado al fútbol, Gustavo Lencina, que jugó en el ascenso, sintió la necesidad de homenajear a quienes cayeron en las islas y la mejor forma que encontró para recordarlos fue fundar un club con el nombre de ese territorio argentino

El delantero, inquieto y movedizo, amaga ante el arquero y se la coloca a un costado al fondo, con calidad de profesional. Es una tarde cálida, y el goleador pertenece a esos once jóvenes de azul que trabajan para generar un equipo compacto y que realizan su entrenamiento con vistas a su debut absoluto en un torneo oficial, en febrero.

Pero lo valioso es el origen de este equipo, que hace solo tres años era un sueño que sostenía Gustavo Lencina (50), quien fue jugador de fútbol allá por los ‘90 en varios clubes de ascenso y que, de algún modo, sintió la necesidad de homenajear a los cientos de combatientes que en 1982 pusieron el cuerpo en la defensa del territorio de las islas Malvinas.

Esa necesidad de perpetuar la memoria se tradujo en la fundación del Malvinas Argentinas Fútbol Club, una entidad que está dando sus primeros pasos en el fútbol local, que se inscribió en la Liga Matancera, y allí participará desde febrero, con vistas a obtener un cupo para el ascenso al torneo Federal C.

Como no podía ser de otra manera, la camiseta del club es blanca con franjas celestes horizontales, una lista negra en señal de luto por los caídos, y el escudo de las islas al centro. El equipo viene conformándose desde hace poco más de dos años, y entrena en las instalaciones del Centro Recreativo Don Bosco, un amplio campo de deportes que está en Aldo Bonzi, al costado de la Ricchieri, y donde será local cuando empiece el torneo.

Gustavo, que está casado, tiene cuatro hijos (dos de ellos futbolistas) y tres nietas, nació y vive en Carlos Spegazzini, en el partido de Ezeiza, y cuenta que “por siempre estuve vinculado al fútbol”.

Comenta que “desde chico me gustó el fútbol, vivía al lado de una cancha” y señala que “hice inferiores en Tristán Suárez, y más adelante, por medio de un amigo, comencé a jugar para un equipo del consulado paraguayo, en un torneo mundialista que se hacía en el predio del Pato Fillol, en Saavedra”.

Gustavo relata que “en uno de esos partidos, me vio una persona, que resultó ser el presidente de Deportivo Paraguayo, que en esa época estaba en la Primera D, me ofrece sumarme al plantel, y pese a que al principio no me convencía por la lejanía, acepté y al final terminé jugando cuatro temporadas en el club, donde hicimos un par de campañas bastante buenas”.

Cuenta que “en esa época yo trabajaba en un laboratorio químico”, y destaca que “ese era mi sustento de vida, porque con el fútbol no ganaba nada, solo viáticos” y detalla que “siempre jugué de 10, como enganche, y por suerte los técnicos que tuve me dieron libertad para moverme por el campo”.

Luego de jugar durante un año en San Martín de Burzaco, el nacimiento de su tercer hijo y la necesidad de no descuidar el trabajo hizo que Gustavo abandonara el fútbol, pero nunca dejó de estar vinculado al deporte, tanto que fue ayudante de campo en las inferiores de Independiente, donde jugó su hijo Matías – hoy en el plantel del Malvinas- y después incursionó como profesor de taekwondo, actividad que también encaró su hijo menor, llamado Gabriel en honor a Batistuta.

¿Pero cómo surgió la historia que alumbró al Malvinas Argentinas? Lencina relata que “hace unos 3 años del proyecto, surgió porque en lo personal tuve necesidad de hacer algo para homenajear de alguna forma a los que lucharon en Malvinas, como una cuenta pendiente” y destaca que “tuve un primo que luchó y quedó en Malvinas, mi cuñado además es veterano de guerra, y me pareció una linda idea juntar el fútbol con Malvinas”.

El club ya tiene su canción oficial

Lencina señala que “esta empresa me lleva gran parte del día, pero lo hago con ganas” y destaca el apoyo de “gente del deporte y el espectáculo, desde Lucas Matthysse, Maravilla Martínez, la Mole Moli, Flavio Azzaro, Toti Passman, Chiche Ferro, el piloto Fontanita y hasta el Chaqueño Palavecino, nos apoyó Omar De Felippe, que fue combatiente, y recibí un video de apoyo de Mario Kempes nada menos”.

Gustavo señala que “tenemos una página en FB y en Instagram donde nos siguen los centros de ex combatientes e hijos de veteranos y además del equipo principal, estamos abocados a formar la reserva y la cuarta, y armar todas las categorías juveniles, y hasta el equipo femenino y el Senior, con jugadores veteranos de guerra”.

Agrega que “como equipo que aún no debutó tenemos un hito, y es que gracias al grupo musical Montojo y la Suma, el Malvinas Argentinas ya tiene su canción oficial, que se puede escuchar en el video realizado” y asegura que “fue importante el apoyo y aguante de muchos que se acercaron, desde Rubén Iglesias, mi cuñado, hasta Jonathan, Federico el preparador de arqueros, Maximo Vera, Guillermo Giess, de la empresa Esco, que donó camisetas, y Matías Silva, por el video”.

La gran ilusión de lograr el ascenso con Malvinas

No solo fundador sino también presidente del club, Gustavo cuenta que “esta patriada la comenzamos con Jonathan Miranda, que es DT del equipo y durante un tiempo nos dedicamos a buscar jugadores y armar un equipo competitivo, ya que él estuvo en Lugano, en Sacachispas y otros clubes, y te aseguro que, sin soberbia, tengo mucha confianza en que podamos llegar a lograr el ascenso, aunque sabemos que será un torneo muy duro, con 15 equipos más”.

El plantel practica, y además, será local, en una de las canchas del Centro Don Bosco, “gracias a la generosidad de su gerente, Alejandro Blanquear, y si bien somos un club amateur, queremos fortalecer el plantel y darle un nivel profesional, y también aspiramos a generar socios y una estructura y convocatoria que crezca en el tiempo”.

Cuenta, con orgullo, que “los veteranos de Malvinas nos obsequiaron una bandera alusiva, para que la pongamos siempre en la tribuna como símbolo, y mi aspiración mayor es que Malvinas Argentinas se convierta en un club del que todos sean hinchas, como sucede con la selección, ya que representa algo muy especial para los argentinos”.

El entusiasmo por el nuevo club hizo que se armara un video institucional, que compaginó Matías Silva, con escenas de lo que fue el episodio Malvinas, y empalma con la creación y la llegada del club. Gustavo dice que “gracias al presidente de Deportivo Italiano, entidad amiga y vecina, pudimos grabar parte del video en ese estadio, y sin despertar grandes expectativas, sabemos que hay un par de cadenas internacionales interesadas en armar un reality con la historia y la actividad del club”.

Fuente: Diario Popular y Malvinas Argentinas Fútbol Club.