28 abril 2024

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En esta ocasión, la Virgen le confió a los pastorcitos, un secreto dividido en tres partes. El primero, la visión del infierno. El segundo, el anuncio de la Segunda Guerra Mundial y la Consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón. Ambas partes fueron dadas a conocer durante el papado de Pío XII. La tercera parte que debía ser anunciada antes de 1960, se terminó de divulgar, solo en parte, en el año 2000. Continúa una parte escrita por Sor Lucía en enero de 1944, sin dar a conocer al mundo.

A los cristianos de hoy, año 2022, el mensaje de Fátima nos obliga y exige orar y sacrificarse por las almas que se alejan de Dios, sobre todo las consagradas. El mensaje de Fátima se encuentra más vigente que nunca en estos tiempos difíciles para la Iglesia, naciones y familias enteras.

Por Patricio Ariel Mendiondo*

Texto en cursiva del diario personal de Sor Lucía:

Ahora bien, el secreto consta de tres partes distintas, de las cuales voy a revelar dos.

La primera fue, pues, la visión del infierno.

Nuestra Señora nos mostró un gran mar de fuego que parecía estar debajo de la tierra. Sumergidos en ese fuego, los demonios y las almas, como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, con forma humana que fluctuaban en el incendio, llevadas por las llamas que de ellas mismas salían, juntamente con nubes de humo que caían hacia todos los lados, parecidas al caer de las pavesas en los grandes incendios, sin equilibrio ni peso, entre gritos de dolor y gemidos de desesperación que horrorizaba y hacía estremecer de pavor. Los demonios se distinguían por sus formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes y negros.

Esta visión fue durante un momento, y ¡gracias a nuestra Buena Madre del Cielo, que antes nos había prevenido con la promesa de llevarnos al Cielo! (en la primera aparición). De no haber sido así, creo que hubiésemos muerto de susto y pavor.

Inmediatamente levantamos los ojos hacia Nuestra Señora que nos dijo con bondad y tristeza: (Segunda parte del Secreto)

Visteis el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si se hace lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra pronto terminará. Pero si no dejaren de ofender a Dios, en el pontificado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz.

En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe, etc… (cuarta memoria del 8/12/1941).

En la primera parte, la Virgen les muestra el infierno, no vale la pena mayores comentarios, ya que la misma Madre del Cielo da una interpretación clara y concreta. De esta horrible visión, proviene la oración “Oh Jesús mío perdónanos, líbranos del fuego del infierno… sobre todo a aquellas almas más necesitadas…” (oración original del portugués, con el paso del tiempo ha sufrido modificaciones). Al mencionar a las almas más necesitadas, se refiere a aquellas del Purgatorio, para disminuir los sufrimientos de esas almas y enviarlas pronto al Cielo. Si la Virgen encomendó dicha oración a los pastorcitos, fue porque son pocas las almas en la tierra que se ocupan de rezar por las que ya no están en este mundo, y es el momento en que uno debe rezar más por ellas. La vida terrena terminó, pero donde van la mayoría de las almas que se salvan, es a esta instancia previa, para purgar sus pecados de una forma muy dolorosa. Un breve instante en el Purgatorio, es apenas comparable con toda una vida de sufrimiento en la tierra. Muchas personas mueren por enfermedades incurables, que son solo la antesala al Purgatorio. Cuánto más se reza por ellas, más breve será su pena a purgar.

En cuanto a la segunda parte del Secreto, nos detendremos un poco más, ya que la Virgen menciona muchos puntos relevantes que hasta el día de hoy permanecen poco claros por obra de varios intérpretes sobre Fátima que al momento de realizar sus publicaciones se dejaron llevar por sus propias conclusiones e intuiciones, en vez de seguir estrictamente las palabras de Nuestra Señora a través de Sor Lucía. Ello provocó que se hayan publicado varias interpretaciones al respecto y nacieran otras nuevas, que terminan tergiversando el verdadero mensaje de Fátima.

Propondremos en este capítulo dar por terminado el misterio que rodea a esta segunda parte del secreto en particular (si el Papa ha consagrado o no a Rusia, la era de paz y el triunfo del Inmaculado Corazón de María).

Observamos aquí el anuncio de una Segunda Guerra, y una advertencia para impedirla. Al no cumplirse su petición, advirtió la Virgen, que se traduciría en persecuciones a la Iglesia (infiltración del modernismo), aniquilación de naciones y esparcimiento de los errores de Rusia (junto con sus ideologías que contaminan el mundo y sucumben a las naciones). Hacemos notar al lector que cuando hablamos de modernismo o comunismo, no hablamos de formas de gobierno (como si el capitalismo fuera la salvación, o peor aún como si colocáramos a Estados Unidos como el Estado defensor de la cristiandad), sino de la ideología que ella representa y sus derivaciones, todas ateas y totalmente contrarias al evangelio. Equivocado está el que cree que con la caída del muro de Berlín terminó el problema. Como bien expresa la Santísima Madre, Rusia esparció sus errores por todo el mundo. No solamente hablamos de gobiernos comunistas, sino de la forma de vida de cada sociedad, de cada familia y persona. Las ideas de la revolución rusa de 1917, han penetrado y evolucionado por todo el globo, avanzando como plaga y esparciendo su veneno hasta no dejar rastro alguno de Dios en la vida de los hombres. Más adelante analizaremos que son en concreto esos “errores” que Rusia ha esparcido por el mundo.

*Fragmento del Capítulo II, del libro Fátima: Apostasía y Fin de los Tiempos cuyo autor es el fundador y director de El Malvinense.